Thursday, July 20, 2006

No todo es a lo Carlin Calvo - Pablito Rago

20 de julio. Suscribo FF. Algo pasó en mi vida que no me permite definir a todo el mundo con claridad. Tengo esos grupitos de personas que me hacen bien y con los que comparto exclusivamente una serie de comentarios, códigos, anécdotas y años de historias y si agregáramos a un extra probablemente se sentiría out, left behind, sacreblieu, banananoteincarozo, sloterdijk, benveniste, chin -cheporo-to, y entonces sorry man, agarrá tus petates y get out of here. Y ese pancho que dejó a la mitá? lo envolveremos en una sábana blanca y nueva, lo elevaremos con nuestras propias manos y lo sacrificaremos por el bien de la comunidad, de esta comunidad que es nuestra y que no se banca los combates en Beirut, que Argentina se haya quedado afuera, las nuevas cantantes latinoamericanas con nombres como Belinda, Glinda y Susana y los giros de la moda que son imponibles. Pero que siempre recordará con cariño las madrugadas ebrias que tiraron a uno en la puerta de TyC listo para empezar una jornada laboral, los carlones saludando desde la puerta, los panchos comunistas marchando, los licores expensivos y sumamente fuertes, las maites dormidas en los sillones, los lanzamientos saponeanos urbanos y todos esos ricos momentos en que nos reímos hasta casi caer en la orgía literal.

Monday, July 17, 2006

Ningún quita peñas

Cuatro pesitos la anticipada. ¿Y si la comprás directamente allá? Cinco pesitos. (Glup). Va a haber empanadas, vino y los ceremoniales sanguchitos de lomo. No te esfuerces más, eso es todo lo que necesitamos saber. Tranca, ahí estaremos.
El sábado nos fuimos para allá como escolares que suelen ir de excursión al Congreso. Un gimnasio en Urquiza lleno de familias puso, como mano derecha que viene a estrechar la nuestra, una mirada unánime con cierta suspicacia. Gauchos, chinas y todo un equipo de Boy Scouts eran la imagen de lo corriente mientras nosotros en jeans y buzos no éramos más que lo impropio. Traete una sillita desplegable. ¿Y cuánto pesa la torta?
Algunas chacareras, algunos escondidos. Bombachas y sombreros mínimos zapatearon con furor y adentro!. No era otro que el ballet folklórico de enanezcos ganadores del concurso allá por el azul Bariloche. Lágrimas paternales como muestra de orgullo, miralo viejo se le ve el sombrerito nomás –al compás de codazos visionarios-. La torta paseaba rumoreada por adivinanzas sobre sus kilogramos equivalentes al premio final. Mozos Boy Scouts de millones de edades diferentes vendieron rifas y trajeron cafecitos con pedazos de torta, pero no la del peso, esa al final viejo. El grupo cómico desplegado. Si los viera el loco Les Luthiers diría ejem-ejem. Vos lucido que no digo lúcido sino que te luciste. Y por ende nosotros-los extranjeros (que fuimos de a uno levantándonos en aplausos), también. (Y no es por chorearte mérito, es solidaridad criolla viejo) Saludos en cautiverio.